En 2016 se cumplen dos décadas desde la grabación de las sesiones que dieron lugar al  primer registro discográfico de David Quevedo, Suite Macabra, con El sello Fresh Sound World Jazz, que salió a la luz en 2008. Antes de su debut como autor, es recordado como pianista, acompañante de artistas canarios como José Antonio Ramos, Arístides Moreno o Esther Ovejero, así como colaborador habitual de músicos como Fran Moreno, Javier Infante, Charlie Moreno y Kike Perdomo. Tras “Suite Macabra” vienen cuatro discos autoproducidos donde despliega sus dotes como compositor, programador y arreglista,

A lo largo de su trayectoria como sideman y músico de sesión ha trabajado con artistas de la talla de Richard Bona, Chuck Loeb, Bill Evans, Eric Marienthal, entre otros. Sus proyectos entre 2011 y 2015 incluyen las tareas de producción, arreglos y dirección con artistas como Esther Ovejero, y Luis Quintana, entre otros. Ha colaborado con artistas de la talla Alba Serrano, Yul Ballesteros o Luis Merino, Kersten McCall, Miroslav Petkov, Marijn Mijnders, Henk Rubingh, Johan Van Iersel, entre otros.   

La actividad en la que ocupa más tiempo en la actualidad es, sin embargo,  la docencia, como profesor de piano, armonía y combo en diversas escuelas de la provincia de Las Palmas, Barcelona, Girona y Tarragona, así como clases magistrales en diversos centros como el CSMC o Mousike.

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