Con Manipulación queremos dar voz y cuerpo a una de las problemáticas más urgentes de nuestra sociedad:.

A través del movimiento, el silencio y la tensión corporal, la obra denuncia no solo la opresión que muchas mujeres sufren a diario, sino también las cadenas invisibles que atan al hombre bajo mandatos culturales y roles impuestos.

El escenario se convierte en un campo de batalla emocional, donde la lucha no es solo contra el otro, sino también contra los hilos invisibles que dictan cómo deben amar, hablar, callar o resistir. La mujer se muestra no como víctima pasiva, sino como figura resiliente, poderosa, que rompe con lo establecido para renacer desde su propia fuerza interior.

Al mismo tiempo, se expone la figura masculina desde una perspectiva poco habitual: la del hombre manipulado por la presión de la masculinidad hegemónica, por una educación que reprime su sensibilidad y lo empuja, muchas veces, al rol de agresor sin permitirle comprender su dolor ni su posibilidad de cambio.

“Manipulación” no ofrece respuestas fáciles. Es un espejo crudo y poético que invita a la reflexión, al diálogo, y sobre todo, al cambio.