El Triciclo, de Fernando Arrabal es un ejemplo perfecto de teatro español del absurdo. Escrita entre 1952 y 1953, es una de las primeras obras del autor, perteneciente al denominado “Primer teatro absurdo-ingenuo”.

El Triciclo es un crudo y desesperado cuento de hadas sobre la pobreza y la muerte. En él, Arrabal cuestiona los límites de la libertad y la relación entre nuestros actos y sus consecuencias, en una sociedad podrida, en la que los niños se ven abocados a cometer actos siniestros para sobrevivir.

Fernando Arrabal nos presenta mediante divertidos juegos del lenguaje, a cuatro personajes marginales, que tratan de aprender a enfrentarse y sobrevivir en el alienado sistema de un mundo caracterizado por la desigualdad y que para ellos es incomprensible. De este modo, se nos introduce en un extraño cuento de hadas en el que, Climando, Apal y Mita, tratan de sobrevivir dando paseos a los niños en el parque, en un viejo triciclo alquilado. Junto a ellos vive El viejo de la flauta, quien destaca por la relación lúdica que establece con Climando.

Poniendo de relieve temas como la muerte, la lucha por la supervivencia, la marginalidad, la pena de muerte y la pasividad de la sociedad ante la injusticia, la obra muestra a unos personajes excluidos pero que no dejan indiferentes al público, debido a su contemporaneidad, y la gravedad de lo que viven.