En la habitación nro. 14 de una vieja residencia psiquiátrica se encuentra Loki Prisa, un hombre de 30 años. Su falta de memoria ha creado una mente fragmentada, poblada de pensamientos delirantes que lo empujan a cuestionar el presente, la realidad y su propia existencia. El único motivo que lo mantiene con vida es una obsesión: encontrar una antigua foto a color, una prueba tangible que podría liberarlo.

La obra despliega un espiral de recuerdos donde el presente se confunde con la violenta persecución que sufrió en su juventud. A través de un universo simbólico, en el que el enemigo es un poder anónimo que borra rastros y nombres. La Cámara Oscura se convierte en un viaje hacia la reconstrucción de la identidad.

En medio del delirio, la fotografía se alza como su único refugio, un rastro de luz capaz de rescatarlo de la sombra en la que vive.

Dramaturgia: José Daniel Rocha

Escenografía: Lino de Andrade

Iluminación: José Carlos González

Dirección: Kevin Jorges