Que los artistas buenos, si inquietos, dos veces buenos, es una máxima que pocos logran aplicarse con acierto, pero con la que algunos llegan a dar en el clavo de forma altamente estimulante. Lejos del acomodo después del salto cualitativo que supuso aquél “These American Blues” (2016), nuestro Okie favorito ha decidido cambiar de guante sin romper la costura juntándose con una tropa de músicos de relumbrón de la escena de Tulsa para dar forma a diez nuevas canciones con vocación eléctrica e inspiración emanada de los estudios más famosos de Alabama. En Muscle Shoals, Levi y Them Tulsa Boys and Girls han querido mostrar su admiración por algunos de los artistas que grabaron entre sus acolchadas, aumentando significativamente el amperaje de las guitarras para dar rienda a influencias de Allman Bros y Stones y obtener como resultado un compendio de sonidos sureños alejados en la forma de sus anteriores propuestas, pero sin obviar la esencia del legendario Tulsa Sound. Así, “Boxmeer Blues” es puro Leon Russel, “Heavyweight” dibujaría una sonrisa satisfecha en Levon Helm y junto a estas, unas cuantas historias asentadas a orillas del río Tennessee y el outlaw “Baddass Bob” dejando claro quién manda en el pueblo blandiendo orgulloso que “Nobody’s Got Nothing, It’s All Mine”. Cuentan los lugareños que el grueso del disco se completó durante los primeros dos días grabando prácticamente en directo, con un resultado que deja patente que en estos menesteres, como la espontaneidad no hay mayor tesoro.