Por ser baluartes en medio del agua atlántica, las Islas Canarias acogieron durante mucho tiempo la música procedente de otros lugares. A partir de esos sonidos prestados nació el folklore musical canario. Ahora FILIGRANA se propone retornar hacia los lugares de donde partieron esas melodías, pues es fácil deshacer el camino si ya fue una vez transitado.

Así, se establece un compromiso con músicas que no pertenecen al entorno cultural canario, pero que nos permiten ilustrar la historia de la música tradicional isleña. Estas músicas dan lustre y adornan nuestro local, y en convivencia con él las llegamos a sentir más propias que ajenas.