De las cenizas de Luger, RIP KC y Bucles surge esta nueva banda cuyo disco de debut, que será publicado en marzo, combina el folclore popular con Can, el progresivo con Vainica Doble, Soft Machine con el rock más intenso y las raíces españolas con CSN&Y. Ellos reconocen sentirse deudores de la contención del minimalismo, del folk progresivo británico, del flamenco, de la música medieval y renacentista, del sonido Canterbury, de Coltrane, de Popol Vuh, de Moondog, Ali Farka Touré, Morricone o de Henry Cow, pero también se encuentran en sus temas ecos del folclore español y de quienes lo llevaron un paso más allá: aquí aparecen los Triana más progresivos o Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán.

Y tampoco pueden obviar sus orígenes, lo cual queda especialmente patente en directo, donde la sutileza se mezcla con la energía, el detalle con la intensidad, la sencillez de la música popular con la contundencia y el poder del rock más místico e intenso.

Melange es folk-rock nómada para el siglo XXI, es sonido del desarraigo, es hippismo de barrio, es rock de exploración. Es música del camino, que trata de moverse en el lugar más difícil, el que está entre la energía y la contención, entre la tradición y la vanguardia, entre la fidelidad a las raíces y su destrucción para crear algo propio y el resultado es uno de esos discos inusuales, en el que cuenta el todo mucho más que sus partes, que se convierte en una experiencia personal más que en un conjunto de canciones, y que, como los viajes, encuentra su sentido cuando se ha recorrido todo el trayecto.